La estrella central de Chevrolet en el Salón de Chicago presenta con respecto a un Camaro SS un incremento de potencia considerable, llegando hasta un aproximado de 550 caballos. El motor responsable de tal cantidad de potencia es un V8 de 6.2 litros supercargado (LSA) cuyo torque máximo es de 677 Nm.
Su transmisión, consecuente con la orientación purista de este producto, es una manual de seis velocidades.
El fabricante afirma que el desarrollo de lo que describen como el Camaro más rápido que se venderá, continuará durante este año e incorporará modificaciones en el chasis, la suspensión y los frenos, que se están probando en circuitos de Alemania y Estados Unidos.
La amortiguación es tomada del Corvette: se trata de un sistema adaptativo (Magnetic Ride) que ofrece dos modos distintos para circular: “Tour” y “Sport”, el primero más apto para moverse por una vía pública, el segundo ideal para conducción en pista.
Para detenerse, equipará cuatro discos con unas dimensiones de 14.6 pulgadas adelante y 14.4 atrás. La dirección es de asistencia eléctrica.
Otro de los aspectos en los que Chevrolet hace énfasis es una aerodinámica renovada, lo que se hace evidente en las formas que toma el parachoques delantero y el capó, con una nueva toma en fibra de carbono.
Datos sobre sus capacidades de aceleración serán revelados próximamente.
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5 segundos.
La nueva Mexican 500 se realizará en Mexicali, Ensenada y San Felipe a finales de septiembre.
La Fórmula 1 corre en Alemania rodeada de escepticismo hacia Pirelli, quien asegura dará buenos productos para que no pase lo de Silverstone.